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FESTIVALES

Pantalla Pinamar 2013 – Diario Día 7

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Se hace viernes, y la melancolía comienza a invadir Pinamar. Sucede que si bien el festival aún no termina, la idea de fin comienza a poblar las salas y los pasillos. La anteúltima jornada de conferencias arranca con Motín en Sierra Chica y cuenta con la presencia de Jaime Lozano, el director de la misma. Independientemente de los comentarios del director, la película parece haber despertado reacciones dispares, por un lado el público argentino se mostró disconforme, por el otro, el público extranjero se expresó contento con el resultado. El día continuó y la presencia de Elena Roger iluminó la sala del Hotel Reviens, junto a ella el director Ariel Broitman, Esmeralda Mitre, Sergio Surraco y Pablo Sala, presentaron La Vida Anterior. Los ejes temáticos de la charla fueron el trabajo de los actores, con la dificultad del fuerte contenido musical de la película (es la historia de una cantante de ópera), y el trabajo de Broitman a la hora de adaptar la novela homónima de Silvia Arazi. El clima de la conferencia fue por demás ameno, y las respuestas dejaron entrever un trabajo muy cuidado y detallista previo al rodaje.

Entradas las 11 de la mañana, la primera de las conferencias de films europeos comienza. Pierre Duculot presenta Lejos de Cualquier Parte, película Belga, que había visto en el día anterior y aprovechando la situación le pregunté sobre los contrastes estéticos que se dan en el film, por un lado lo industrializado de Bélgica, en relación a la belleza del paisaje de Córcega, y por el otro, la iluminación de los exteriores y la oscuridad de los interiores, y como encaró las transiciones de una a la otra. Duculot entonces contó que para él nunca fueron importantes los paisajes en sí, sino, en cambio, la relación del personaje protagonista con el paisaje y su interacción. La belleza de Córcega le servía para mostrar el aire y la libertad que sentía el personaje. En una nota personal he de admitir que si bien una película debe hablar por sí sola, son escasos los diálogos con un director en los cuales no cambia ligeramente la percepción del film. No siempre varía el resultado final o le cambian el sabor que queda, pero si suele enriquecer saber cuál era la intención original, y de esa forma, reconstruir la obra a partir de eso.

Ya finalizada la charla con Pierre Duculot, se acerca la delegación noruega para presentar La Compañía Orheim, una película ambientada en los ochenta sobre un chico y su relación con una familia donde el padre es alcohólico. Al igual que en la conferencia de 90 Minutos las preguntas se concentraron en los dos mundos que plantea el cine noruego, el orden y organización exterior y el infierno que se vive puerta adentro. En ambos casos la respuesta es la misma. No se trata de desenmascarar a una sociedad, sino de poner sobre la mesa temas que a día de hoy son tabú.

La jornada continuó con la charla sobre 8 Tiros la película de Bruno Hernández con Daniel Aráoz, y cerró con el Work in Progress de Cuando yo te vuelva a ver de Rodolfo Durán.

Las proyecciones del día trajeron dos adelantos, el primero Una Pistola en Cada Mano de Cesc Gay, el otro, Drácula 3D de Dario Argento.

Una Pistola en Cada Mano (Cesc Gay, España, 2012) Por Tomás Luzzani.

Cesc aborda la crisis de los 40 masculina, en el más amplio espectro que uno se pueda imaginar, a partir de una serie de historias que involucran a hombres alicaídos, interpretados por un dream team del cine español.

Es inevitable analizar el film sin discutir el tono del mismo. Una Pistola en Cada Mano es una obra íntima y agridulce, que se mete en núcleo del estereotipo del hombre para exteriorizar los miedos, dudas e inquietudes de 8 personajes masculinos, jugando siempre en la delgada línea que hay entre la tragedia y la comedia, sin ser específicamente tragicómica. Dicho tono se alcanza gracias a 3 grandes elementos, el montaje, la dirección y el reparto. Si bien hay ciertos detalles que le dan vuelo al film y van más allá de esas tres menciones, el brillo del filme surge de esas tres aristas.

La obra va a tener un impacto distinto en cada espectador, puesto que detalles como el sexo, las experiencias personales y por sobre todo la edad de cada uno juega un rol importante en la apreciación del film. Esto no lo hace mejor ni peor, pero la película invita a participar al espectador en ella, y a encontrarse a uno mismo en uno o varios de los personajes. El juego que se da a través de la búsqueda de ese reflejo es el verdadero gancho de la película.

Habiendo resaltado los muchos y muy fuertes puntos altos que tiene la obra, ese tono muchas veces construye una distancia entre el espectador y la pantalla, y le juega en contra, ya que es vital la participación del espectador en la misma.

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Canción de Cuna (Kolysanka, Juliusz Machulski, Polonia, 2010) Por Tomás Luzzani.

La propuesta de una comedia de terror era muy atractiva, especialmente viniendo de un cine de tintes personales e intimistas como el polaco. La combinación entre cine de género y comentario político, era una invitación que no merecía dejarla pasar.

Kolysanka es sobre una familia de vampiros nómades que llegan a un pueblito campestre, y comienzan a hacer de las suyas, secuestrando a los distintos miembros de la comunidad. Valga la pena aclarar, la mirada sobre el vampiro es bastante moderna. Los miembros de la familia caminan a la luz del día, no muerden cuellos, no convierten a sus víctimas, ni matan a nadie. Secuestran, se alimentan y liberan, no sin antes borrarles la memoria a los inocentes que por distintos motivos se han acercado a su campo.

La verdadera contra que tiene el film es la ausencia de un conflicto que sea capaz de sostener la tensión. ¿Qué es, acaso, una de terror sin tensión? De la misma forma, los chistes y gags se agotan rápidamente debido a su repetición, y uno se pregunta ¿Qué es, acaso, una comedia sin risas? Cuando las dos propuestas de géneros se agotan, la película pierde encanto, y comienza a tornarse aburrida.

No quisiera dejar de resaltar que podría haber sido una gran obra. Había un par de ideas interesantes, un reparto con nombres importantes (Robert Wieckiewicz a la cabeza), y  un director detrás que había demostrado sus capacidades con anterioridad. Sin embargo, se queda todo en lo que pudo ser, pero no fue.

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