No se puede estar en dos lugares al mismo tiempo
El sexto día del festival amanece con un desayuno con los colegas que llegaron a cubrir la segunda mitad del festival. El recambio trae aire nuevo, risas nuevas, y preguntas nuevas para la conferencia de prensa que le sigue al té y a las medialunas.
Enrique Ros se sienta listo para recibir preguntas, él es el co-director de El Encuentro, una película para bandoneón y chelo, un documental que junta al salteño Dino Saluzzi y la chelista alemana Anja Lechner. Curiosa conferencia, salvo por unos pocos habían visto la película en una función especial en Buenos Aires, el resto debíamos esperar hasta las 19hs para ver la película. Aun así, resultó útil. Habiendo escuchado las palabras de Ros y las anécdotas sobre Dino y Anja, el documental era, definitivamente, algo que tenía que ver.
Lamentablemente toda la fábula musical y cinematográfica que nos construyo Enrique se apagó rápido. Pablo Bucca, el director de Una Mujer Sucede se sentó a responder preguntas. No había visto la película, (la noche anterior tenía que decidir que ver, y sabiendo que eventualmente se iba a estrenar, decidí ver El Junco de Wajda) así que no podía aportar mucho con mis preguntas. De todos modos mi participación fue necesaria, las declaraciones del propio Bucca eclipsaron completamente las preguntas de mis colegas periodistas. Por un lado llamó la atención su falta de claridad y precisión a la hora de responder algunas preguntas sencillas sobre sus motivaciones e ideas previas a hacer la película, lo cual es extraño cuando alguien mueve un proyecto durante 6 años. Por otro lado, llamó aún más la atención que no pudiese argumentar algunas decisiones del área de dirección, el caso ejemplar fue cuando un colega le preguntó “¿Por qué elegiste a Viviana Saccone para que interprete a la mujer?”, lo cual derivó en dos “sincericidios” por un lado el “No veo mucha televisión” haciendo referencia al pasado televisivo de dicha actriz, y por el otro, y todavía más preocupante “no veo mucho cine”. Esto derivo en dos preguntas claras e interesantes “¿Cuál es tu formación como director?” y “¿Quiénes son tus referentes?”. La primera quedó cerrada cuando explicó que no estudió cine. Lo cual es, hasta cierto punto, entendible y respetable, directores de la talla de Quentin Tarantino y Wong Kar-Wai tampoco lo hicieron, y era esa, justamente, la clase de nombres que uno esperaba cuando le preguntaron por sus influencias. Sin embargo, la respuesta fue un largo silencio. Silencio que se vio interrumpido por el tercer y último sincericidio de la mañana “No tengo. Yo entiendo lo que dicen de (pausa) El Ciudadano Kane y esas cosas” lamentablemente mi grabador se quedó tan sorprendido como yo, y me impide reproducir con exactitud las palabras que le siguieron, pero en esencia, era una aclaración de que las iba a ver de ahora en más.
Permítanme decir que valoro la honestidad y el valor de Bucca. No le quiero restar mérito a eso. Pero también creo que el periodista cinematográfico merece cierto respeto (así como lo merece cualquier profesión) y si uno se va a sentar a responder preguntas en un ámbito como el de una conferencia de prensa de un festival, tiene que estar preparado para responder preguntas, al menos las más sencillas.
Por suerte, de ahí en más mi día solo mejoró. Pude ver dos grandes películas. Primero mis expectativas sobre El Encuentro quedaron completamente satisfechas. Segundo, La fuente de las mujeres de Radu Mihalleanu fue el homenaje perfecto al género femenino en ese 8 de marzo.
Me hubiese gustado haber estado un poco más en la playa. Me hubiese gustado estar en dos salas al mismo tiempo, me hubiese gustado haber estado en Buenos Aires para discutirle a un montón de personas sobre el verdadero significado del Día Internacional de la Mujer. Pero, como Dino Saluzzi dijo con gran sabiduría para justificar su ausencia en Pantalla Pinamar “Deciles que estoy en Basilea y que no puedo estar en dos lugares al mismo tiempo”.