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CRÍTICAS

“Queen”, Malvinas

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“Queen”, Malvinas

Dirección: Esteban Massari. Autor: Agustín María Palmeiro. Escenografía y vestuario: Grupo Queen. Iluminación: Esteban Massari. Realización de Audio: Paulo Carri.  Intérpretes: Federico Saslavsky, Federico Gyldenfeld, Agustin María Palmeiro. Voz en off: Esteban Massari. Prensa: Silvina Pizarro.

Tras su manto de neblina…

Tengo un primo que estuvo en Malvinas. Tenía 18 años cuando lo mandaron. Estaba haciendo el servicio militar y lo obligaron a ir, prácticamente con nulos conocimientos de combate. Sufrió frío, hambre y sobretodo miedo. Cuando regresó, pudo plasmar su experiencia en un libro. Fue una forma de combatir los fantasmas del pasado.

Agustín María Palmeiro, es psicólogo y periodista, pero al igual que otros soldados que tuvieron la suerte de regresar con vida, necesitaron expresar su historia en forma artística. Sin embargo, “Queen”, Malvinas no intenta ser un relato autobiográfico. De hecho, tiene poco de belicismo. Si deberíamos compararlo con alguna obra o género, tiene más de Esperando a Godot de Beckett, que de una historia belicista.

Nicasio y Robertito, son dos jóvenes soldados que coinciden en la guardia nocturna detrás de una trinchera. Nicasio, es un misionero que vive con la abuela, pero fue a Buenos Aires a estudiar medicina. Robertito es mecánico de coches. Ambos tienen sueños, fantasías, comparten gustos culinarios, discuten sobre fútbol, sexo, mujeres… Son inocentes, ingenuos y sufren de frío, temen por el enemigo. Se esconden, fusil en mano de un enemigo invisible. Esperan por los relevos, (especialmente Robertito), y disienten acerca de por qué están ahí.

La obra de Palmeiro pone en relieve el aspecto más humano del conflicto, la empatización con dos jóvenes que tiene la misma mirada que cualquier argentino tenía sobre el presente del país antes de desarrollarse el conflicto. ¿Qué es el patriotismo? ¿quién debería estar luchando? ¿cuál es el papel de los ingleses?

Una de las claves del relato es la “identificación” con el enemigo. ¿Por qué no se puede estar luchando contra los ingleses y no escuchar a Los Beatrles, los Rollings o Queen?

Tras un manto de neblina que permite crear fielmente el clima de que los personajes se encuentran solos, en medio de la oscuridad, apenas divisándose uno al otro, enojados contra sus respectivos sargentos, que se burlan de ellos, que los torturan y abusan de su ingenuidad, los personajes tratan de pasar el rato, apoyándose en el otro, sosteniendo una amistad, reflexionando sobre el paso del tiempo, del abandono y las necesidades básicas, extrañando a sus seres queridos…

Detrás de la niebla y frialdad de las islas, se encuentran dos personajes cálidos y queribles, divertidos incluso. Palmeiro y Massari imponen al relato una necesaria cuota de humor, y tratan de evitar (hasta el final) el sentimentalismo o el golpe bajo en forma forzada. Saslavsky y Gyldenfeld logran trabajos soberbios, porque aún cuando el tratamiento de la obra roza el costumbrismo, y ellos bordean en cierta caricatura del típico argentino, se crea una química afable, verosimil en ambos personajes, dado a la intensa relación que se genera en el escenario con ambos actores.

La puesta en escena es llamativa. Con pocos recursos, Massari construye bien el paisaje campestre. El humo, la iluminación difusa, escasa, el maquillaje, el vestuario, y sobretodo el sonido nos lleva a las Malvinas. Sentimos esa incertidumbre que viven los personajes, engañados por los tiros lejanos, por la visión, por la espera eterna. No se deja tampoco afuera la crítica a las condiciones de vida, la alimentación, el abrigo, e incluso el equipamiento militar que el ejército argentino le daba a los pobres soldados.

“¿Vos crees que la guerra se va a acabar en algún momento”, pregunta Robertito. Es que el relato es simplemente eso… un limbo, una retórica sin respuesta clara, que busca la reflexión.

A casi 30 años de la Guerra, “Queen”, Malvinas, hace hincapie en el sinsentido de lo que fue el conflicto en sí, de lo importante que es recordar a los caídos, a los que originaron este genocidio, en la época más aterradora de nuestra historia, para que no se vuelva a repetir.

Teatro: Pan y Arte – Boedo 876

Funciones: Viernes 21 Hs

Entrada: Desde $30

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