Pedro Aznar | Voz, Guitarras, Bajo, Piano, Contrabajo Eléctrico.
Alejandro Oliva | Percusión.
Julian Semprini | Bateria.
Coqui Rodriguez | Guitarras.
Tomas Fares | Teclados.
Foto | Mica Villalobos
Tras múltiples presentaciones de su último trabajo Mil Noches y un Instante a lo largo de todo el país, le llegó a Pedro Aznar la hora de debutar en el Luna Park como solista. Él, que tan bien se las arregla solito arriba de cualquier escenario, esta vez eligió estar acompañado por su banda para tocar una selección de temas que eligió su propio público votando en su sitio web.
De ahí que el nombre del concierto: el virtuoso Pedro puso a disposición nuestra su carta personal. Una carta en donde abundan platos exquisitos de todas las épocas, ricos en armonías y buen gusto. Nada de fritanga ni de minutas… el tipo es un cocinero gourmet.
El concierto arrancó 21:45 hs con “Quebrado”, composición del propio Aznar, que según pude leer en las entrevistas que le hicieran al músico en la semana previa al show, fue el más votado por la gente. Un lindo hecho, que marcó quizás el tono de la velada: la lista de temas estuvo conformada por mayoría de canciones escritas por Pedro. Últimamente, su calidad como intérprete de temas de Spinetta, Cerati, Beatles y otros estaba opacando a su lado compositor. Fue lindo verlo bancar un recital de dos horas tocando mayormente canciones de su autoría.
Sonaron muchas canciones de los últimos dos discos de estudio de Pedro, como ser “Amar y Dejar Partir” y “Nocturno Suburbano” de Quebrado y “Par”, “Rencor”, “Los Días Mas Cortos del Año” y “Ahora” de, justamente, Ahora. Pero la balanza se inclinó también para el lado de David y Goliath, disco de 1996: Aznar tocó al piano la hermosa “Ya No Hay Forma de Pedir Perdón”, “Ella se Perdió” y “Amor de Juventud”, que arrancó en falso dos veces por problemas técnicos con un cable que hacía un ruido desagradable. Sacando estos detalles mínimos el sonido fue excelente: todo se escuchó de forma nítida, clara y limpia, lo que enalteció el trabajo de cada músico de la banda y sobre todo del artista convocante, que canta y toca como pocos en el país.
Pero… al público también le gusta el pasado no-solista de Pedro y así lo hizo saber en las urnas, eligiendo algunas canciones del disco Tango 4 grabado con Charly García (“Mientes” y “Tu Amor”) y otras de Serú Girán (“Si Me Das Tu Amor” y “A Cada Hombre, A Cada Mujer” del disco Serú 92, y la brutal “Viernes 3 AM” de La Grasa de las Capitales).
Hubo lugar también para el folklore y la canción popular, cuando Pedro calentó la gola cantando “La Pomeña”, del querido Cuchi Leguizamón, “Romance de la Luna Tucumana” (una canción basada en unos versos de Yupanqui que Pedro musicalizó) y “Como la Cigarra”, de María Elena Walsh. Acá, Aznar sacó chapa de multiinstrumentista, pasando del bajo al contrabajo y de este a la guitarra criolla cómodamente, como si se cambiara de remera. Un crack toque el instrumento que toque.
Tras una hora y veinte minutos, llegó el falso final de recital y fue el momento de los bises. Ya durante la primera etapa del concierto había ido mechando entre sus canciones “Jealous Guy” de Lennon, “Faro de los Ahogados” de Os Paralamas y “God Only Knows” de The Beach Boys. Para cerrar, decidió tocar canciones de otros artistas también. Fue entonces que sonaron “Trouble” de Colplay, “Karma Police” de Los Padres de Coldplay (Radiohead), “Wake Me Up When September Ends” de Green Day (la sorpresa totalmente innecesaria de la noche, muy disfrutada por el baterista al tocarla), “Shape of my Heart” de Sting y “Wild Horses”, que Pedro tocó con la acústica de doce cuerdas, dándole un final hippie-rocker a una excelente velada, en donde todos quedamos llenos y bien alimentados gracias a su carta digna de Master Chef.
Lugar: Luna Park