A Sala Llena

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CRÍTICAS

Yocasta

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Yocasta

Libro y Dirección: Héctor Levy-Daniel. Escenografía y Vestuario: Cecilia Zuvialde. Diseño de iluminación: Ricardo Sica. Música original: Sergio Vainikoff. Elenco: Jessica Schultz, Pablo Razuk, Carlos Kaspar, Abián Vainstein y Juan Carrasco. Prensa: Te Hago la Prensa

Yocasta, de Héctor Levy-Daniel, es una muy interesante versión libre de Edipo rey de Sófocles. Y una de las razones que hacen que esta propuesta teatral nos atrape de principio a fin, a pesar de conocer de antemano el núcleo dramático/conflicto que llevará adelante la historia, es el protagonismo que el autor le confiere al personaje de Yocasta, al colocarla como eje articulador de distintos espacios y tiempos; ella es quien relata los acontecimientos, ubicándose en algunos momentos como parte de la acción, y en otros como espectadora y narradora de la historia, mostrándonos a partir de sus recuerdos cómo se sucedieron los hechos, desde su punto de vista.

El protagonista de esta tragedia es Edipo, un hombre que escapa de su ciudad natal (Corinto), huyendo del destino que le vaticinó el oráculo (que matará a su padre y se casará con su madre) con la intención de controvertirlo, sin saber que paradójicamente su decisión no hará más que confirmarlo. Edipo llega al poder tras convertirse en rey de Tebas, por ser el único hombre que pudo vencer a la esfinge al responder correctamente a su enigma. Y si bien bajo su reinado, durante mucho tiempo el pueblo disfrutó de gran prosperidad, de pronto las calamidades vuelven a azotar con una furia implacable a los tebanos. Estas circunstancias llevan al rey a consultar al oráculo, quien manifiesta  que los males no cesarán mientras el asesino del anterior rey tebano (Layo) permanezca en la ciudad. A partir de entonces Edipo promete a su pueblo extirpar estos males buscando al victimario; pero inesperadamente las evidencias lo acorralan haciéndolo directamente responsable de tales males. Así es como esta  historia se entreteje a partir de una terrible verdad oculta. Y la soberbia, el autoritarismo y la ambición de poder llevarán a Edipo a  negarse a reconocer la verdad, colocándolo frente a una encrucijada: conservar el poder a costa de ignorar la verdad, o  conocer la verdad a costa de perder el poder. Este es el dilema al que se enfrenta este “hombre del poder”.

En esta versión hay mucho para resaltar. En primer lugar, la centralidad que adquiere el personaje de Yocasta, que en la obra original está poco desarrollado, y que aquí el autor propone hacer foco en el aspecto de la madre que sufre, a quien su esposo Layo arrancó de sus brazos a su hijo recién nacido para matarlo, con la finalidad de evitar que se cumpliera la profecía del oráculo, que vaticinaba que este niño cometería parricidio e incesto. También es para destacar como un verdadero hallazgo la elección de la narración como hilo conductor, a través de la voz y la mirada de Yocasta, porque funciona  como un pivote que le permite al autor ir del presente de la narración al pasado de los acontecimientos, y viceversa, lo cual aportar un gran dinamismo a la trama, contribuyendo al logro de un acertado ritmo dramático.

En cuanto a la escenografía (a cargo -junto al vestuario- de Cecilia Zuvialde), se observa que la obra se desarrolla en un único espacio escénico -que bien podría ser un patio, la explanada del castillo, o cualquier otro lugar- que se caracteriza por presentarse absolutamente despojado: piso de piedras y cinco bancos en el fondo del escenario que circunscriben un espacio en el que se ubican los personajes que se encuentran fuera de escena. Hay un sólo objeto -definido y funcional- que se halla presente siempre: una fuente de agua que se localiza  en el centro del espacio de la representación. Esta fuente se erige como un símbolo; sí, la fuente en esta puesta es el objeto que simboliza el poder, del que sólo bebe Edipo a lo largo de la mayor parte de la pieza; sólo Edipo tiene acceso a ella; y hacia el final, también su cuñado Creonte.

Otro aspecto que merece un destaque es el vestuario, ya que logra que los personajes, por su vestimenta,  pertenezcan a cualquier época. Y esta atemporalidad manifiesta, pone de relieve la insoslayable vigencia de este drama humano. Y tanto la música de Sergio Vainikoff como el diseño de luces de Ricardo Sicas contribuyen meritoriamente a la creación de acertados climas a lo largo de toda la puesta.

Pero esta pieza  puede desarrollarse en toda su potencialidad porque se sostiene en un desempeño actoral muy sólido de todo el elenco. Jessica Schultz realiza una maravillosa interpretación, dándole cuerpo y vida a una Yocasta intensa, reflexiva, y sensible, que siente alivio al confesarnos sus más profundos y encontrados sentimientos. Pablo Razuk sorprende a través de un Edipo vehemente, muy bien plantado en su rol de tirano enceguecido por su desmedida ambición de poder. Carlos Kaspar, como Creonte, realiza un excelente trabajo interpretativo. Y magistrales son también las representaciones de Abián Vainstein (quien encarna dos papeles: el del ciego adivino Tiresias y el del pastor), y  de Juan Carrasco, quien se pone en la piel del mensajero que traerá a Edipo las buenas y malas noticias.

Yocasta, una propuesta teatral atrapante de principio a fin.

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Por Mariana Moriello

En esta bella, moderna y acogedora nueva sala del barrio de Palermo (funciona hace 1 año y medio, dentro de una galería comercial en desarrollo) tendremos la posibilidad de realizar un viaje en el tiempo y el espacio, para participar de la corte de Edipo y Yocasta, en Tebas. Grecia.

El dramaturgo, (quien también es filósofo y ha publicado varios libros), Héctor Levy-Daniel, recrea en esta nueva versión acerca de la vida del protagonista, el momento en que Edipo, el rey, se dispone a encontrar cueste lo que cueste al asesino de Layo para liberar a Tebas de la terrible peste en que se encuentra inmersa. Ésta búsqueda lo llevará a encontrarse con verdades que quizás sean muy dolorosas y lo acerquen indefectiblemente al horror. Horror por desear a su madre y  asesinar a su padre. Los oráculos no mienten y es imposible escapar al camino trágico que le depara el destino.

Es muy interesante conocer más en profundidad de dónde surge el famoso “Complejo de Edipo”. Quien ha estudiado un poco de psicología sabe que éste Complejo se instaura en la niñez, aparece como ley primera. “No desearás a tu madre” y “No asesinarás , a tu padre”. Pero… ¿cómo lo vivió el propio Edipo? ¿Fue todo esto alguna voltereta juguetona del destino o Edipo era consciente de lo que hacía? ¿Quería él tanto a Yocasta como al poder?

La respuesta a estas preguntas serán reveladas en ésta obra, que requerirá aproximadamente de una hora de nuestra atención para seguir los diálogos complejos que desplegarán los personajes involucrados, con Yocasta como principal eje de la obra. Es ella quien nos relata los hechos y quien va siendo el nexo entre lo que pasó y lo que está aconteciendo. Esta mujer, con su presencia permanente, nos permite tener un acercamiento a la Yocasta reina y la Yocasta madre que debe entregar a un hijo para sacrificarlo.

Las actuaciones merecen una mención especial. Todos los actores están muy bien caracterizados.  Me sorprendió gratamente la actuación de Jessica Schultz, única e importante figura femenina, a quien nunca tuve oportunidad de ver protagonizando un drama. Por su actuación ha sido nominada al premio Mundo T.

Ya no sorprenden los dotes actorales de Carlos Kaspar. Este gran hombre y actor tiñe el espacio de dramatismo con su sola presencia y su voz. Hombre rudo, de mirada tierna que en esta ocasión representará a Creontes, hermano de Yocasta.

El propio Edipo, interpretado por Pablo Razuk, intimida, conmueve y llega a meterse bien hondo de nuestros corazones. Una mezcla de odio y pena es lo que genera. Su voz está muy bien trabajada.

Los actores están en escena permanentemente.

Abián Vainstein y Juan Carrasco serán los responsables de interpretar a un clarividente ciego y pastor que entrega a Edipo cuando era bebé (A.Vainstein), y a un mensajero de tierras lejanas que llega a Tebas para develar a Edipo la verdad sobre su origen (J. Carrasco).

Ambos realizan de modo muy vehemente sus papeles sin caer en sobreactuaciones.

Vestuario, iluminación y sonido también se articulan armoniosamente para hacer brillar esta obra que ya cuenta con 5 nominaciones al premio Florencio Sánchez, 2 al María Guerrero y también al premio Mundo T y Teatro del Mundo. Yocasta nos aclara un capítulo importante acerca de la mitología griega y el surgimiento del famoso “Complejo de Edipo”.

Teatro: La Mueca – Av. Córdoba 5300 – C.A.B.A.

Funciones: Domingos 17 hs.

Entradas: $ 60 (Descuento a estudiantes y jubilados: $ 40)

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Por Heliana Rofrano



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