Cascanueces
Dirección general: Iñaki Urlezaga. Dirección artística: Lilian Giovine. Dirección técnica: Miguel García Lombardo. Vestuario, diseño y confección: Talleres del Ballet Concierto. Vestuarista: Rodolfo Sorbi. Producción Honoraria: Esteban Urlezaga. Producción y realización artística: Marianela Urlezaga. Bailarines: Iñaki Urlezaga, Eliana Figueroa y la compañía concierto. Prensa: Raquel Flotta.
En el 2008 Iñaki Urlezaga se encaminó en la adaptación de un gran clásico del ballet como es El Cascanueces. Para este cierre de año el Teatro Opera Citi lo convocó a su escenario para dicho ballet pero en este caso encabezado por él, junto a la primera bailarina de su Compañía Concierto, Eliana Figueroa.
Que suene contradictorio, pero esta versión de El Cascanueces es un nuevo clásico. Las coreografías son distintas, creadas desde cero por Iñaki con el apoyo del equipo pero siempre logra respetar y serle fiel a la trama original. El despliegue sobre las tablas del Ópera es casi majestuoso al igual que el vestuario que es de lujo y lo más importante resulta sumamente representativo de la época y del contexto a representar.
Las coreografías logran dejar en el escenario el sudor propio del empeño de los bailarines de gran calidad interpretativa, además de una prolijidad impecable y coordinación absoluta en el cuerpo de baile. Eliana Figueroa se convierte en una niña inocente y resulta ser muy simpática dicha de ser vista y señalada. Ella e Iñaki encarnan un gran dúo, son una pareja virtuosa y tras siete años de bailar juntos han logrado, seguramente fruto del perfeccionismo del ballet, ser uno cuando bailan juntos y ser meticulosamente iguales en los momentos que deben serlo.
Detrás de las zapatillas de punta y de los grandes trajes se alza una escenografía que merece ser destacada. En distintos momentos se transforma para trasladar al espectador desde la casa familiar donde inicia la acción hacia los sueños de Clara; allí donde el cascanueces cobra vida, donde las ratas y el árbol navideño son gigantes, donde conoce las danzas del mundo y donde vuela ella con su imaginación.
Me atrevo a decir que el espectáculo empezó sin deslumbrar, resultaba un escenario no muy grande para la cantidad de personas en él además Clara y los demás niños no tuvieron el protagonismo que parece darles la narración original. Sin embargo hacia el final del primer acto la danza de los copos empezó sembrar la grandeza que resultó tener el ballet y finalmente en el segundo acto terminó por tener todos los elementos necesarios para consolidarse en un resultado ampliamente positivo.
Entre ellos las danzas del mundo. En este fragmento de El Cascanueces se representó la danza española, la danza china, la rusa y la árabe. Esta última cosechó aplausos y ovaciones en todo el público. Celeste Losa protagonizó a la odalisca, acompañada por el jeque y por un cortejo de tres árabes. Resultó una pieza sin ningún desperdicio, probablemente sea difícil encontrar otra bailarina con las aptitudes para realizar de tal modo la coreografía; a la vista humana Losa parecía de goma, larga e irrompible pero al mismo tiempo delicada y distinguida. También la Flautilla,el Grand pas de deux y la Coda Final fueron el moño del paquete, la cereza del postre que terminaron por dar un gran cierre a este ballet.
Mientras todo esto sucedía, la orquesta tocaba en vivo, un elemento que siempre suma, aunque por las condiciones del teatro quedaba demasiado oculta. Carlos Calleja es el Director de Orquesta Academia de Buenos Aires. Por otra parte, sin detenerme en la calidad del Coro Kennedy, convocarlos para este espectáculo, fue un elemento que tristemente no aportó demasiado y generó distracción cuando su participación era mínima a decir verdad.
Iñaki director e Iñaki bailarín se encontraron en esta gran adaptación de El Cascanueces para acercar al público un nuevo modo de mirar lo clásico y darle una y mil razones más para seguir apostando al ballet así como a la música clásica.
Teatro: Ópera Citi
Funciones: Fin de Temporada