Disparos (Brasil, 2012, 82´) de Juliana Reis
Mezcla de drama desesperante, policial y situaciones cómicas muy bizarras, este film brasilero, resulta altamente entretenido, no solo por su guión que se desarrolla de manera espiralada y los conflictos se van multiplicando a medida que avanza la trama, sino por un montaje muy bien armado que permite visualizar como todas las situaciones se van entrelanzando unas con otras.
La directora intenta demostrar cierta analogía depredadora que se vive en las grandes ciudades con las selvas africanas, donde los animales se devoran unos a otros con el fin de sobrevivir. En una merga urbe pasa lo mismo, pero la cuestión no es alimentarse, sino engullir al otro que siempre aparece como amenazante. Así hay un juego entre víctima y victimario, en una delgada línea, casi invisible, que los separa.
Una robo y un accidente, bastan para que el protagonista se meta en un lío de aquellos y pasé una noche lo suficientemente problemática. Así cualquier decisión que se tome puede ser un error, y las consecuencias de un acto van recayendo en otras personas que ni siquiera conocemos.
Así es como el film, más allá de la historia principal va abriendo abanicos y muestra otras historias subordinadas, donde todas alcanzan un punto nodal de desesperación dramática. Un gran guión, permite que la película sea absolutamente ágil y disfrutable, y causar empatía en varios de sus personajes tan distintos.
Más que interesante propuesta de la directora brasilera, que nos narra los riesgos situaciones inesperadas que nos pueden ocurrir una noche en una gran ciudad, y a veces, hasta reírnos mucho del la lógica que impera en estos conglomerados: “sálvense quien pueda”.
Por Emiliano Román
