El Desarrollo de la Civilización Venidera
Dirección y Adaptación: Daniel Veronese basado en “Casa de Muñecas” de Henrik Ibsen. Elenco: Carlos Portaluppi., María Figueras, Ana Garibaldi, Mara Bestelli y Roly Serrano. Producción: Sebastián Blutrach Prensa: Duche / Zarate
Si hay algo que caracteriza al teatro de Ibsen es su contemporaneidad. Sus relatos se resisten al paso del tiempo porque nos hablan del individuo, de la sociedad, de la familia, en forma universal. Sus tragedias, lamentablemente nos son amenas, porque todos podemos identificarnos con el drama interno de sus personajes, la hipocresía de la sociedad, las máscaras que se usan diariamente para enfrentar a la familia, allegados, amigos y compañeros de trabajo. Ibsen denuncia la burocracia social atacando despiadadamente a la burguesía y la clase media.
Es por eso, que esta adaptación, llevada a cabo por el multifacético Daniel Veronese (que tiene 2 obras más en cartel: Los Reyes de la Risa con la dupla Francella / Alcón y El Descenso del Monte Morgan con Oscar Martinez), se impone como uno de esos valores artísticos imposibles de pasar por alto en la cartelera porteña.
El director acorta el texto y reduce personajes para poder acomodarse a la esencia de la obra, a buscar la respuesta a la pregunta que la Doctora Rank pronuncia ni bien empieza la puesta: ¿qué lleva a una madre a abandonar a sus hijos?
Lo que nos encontramos es una familia modelo: un matrimonio que parece amarse hasta por los codos, el marido, Helmer (Portaluppi) acaba de ser nombrado presidente de un banco; su mujer, Nora (Figueras) no puede dejar de demostrar la felicidad por la “suerte” de su marido. En el medio aparecen dos amigas de ella, la doctora (Garibaldi), quien vive con el “feliz” matrimonio en calidad de consejera, y Cristina, recién llegada, a la que no ve desde hace tiempo.
Será este personaje quien, con su taciturna personalidad, consecuencia de haber sufrido varias pérdidas en su vida, funcione como la primer ficha del dominó que se necesita para tirar a los demás personajes y que muestren su verdadera cara, saquen las verdades y las mentiras a relucir. Posteriormente, aparecerá, Krogstad (Serrano), abogado, despedido por Helmer, quien extorsionará a la familia y provocará que el nuevo presidente del banco, saque a relucir toda la violencia interna que uno puede ir viendo desde el comienzo de la obra.
Lo más notable del trabajo de Veronese es lo simple que convierte lo complejo, y como las escenas se va sucediendo con fluidez gracias a un diálogo ágil, que gira en las antípodas del teatro convencional.
Desde el principio, Helmer cita como Ingmar Bergman supo definir el matrimonio contemporáneo con una puesta tan sencilla en Escenas de la Vida Conyugal (1975). Usando pocos actores, exprimiendo el alma de los personajes hasta que cada una de sus capas quedan expuestas al público. Lo mismo hace Veronese con Helmer y Nora. De la felicidad absoluta, exagerada, bordeando lo inverosímil, el espectador ve como la pareja se desmorona a medida que Nora expone sus mentiras y Helmer, sacar a relucir su misoginia, su rol de macho absoluto de la casa. La puesta en escena es minimalista. No hay cambio de puesta de luces ni de escenografía. El vacío se acomoda a la descripción que Helmer hace de la película de Bergman.
Portaluppi y Figueras encarnan una dupla fatal, visual y expresivamente contrastante. Ambos, están soberbios, en sus roles. Como apoyo, también se imponen Bestelli y Garibaldi. Esta última vive el personaje. Tiene un registro lejano de un modelo de actuación. Controla su personaje con total calma y tranquilidad. Roly Serrano, alejado de los estereotipados personajes a los que lo solemos ver en cine y televisión, es tierno y verosimil. Quizás la persona menos pensada para encarnar a Krogstad, termina sorprendiendo con su inclusión.
Textos violentos, carga emotiva acumulada, un ritmo que no da respiro.
Ibsen sigue generando debate en el teatro contemporáneo, sigue dando pie a discusiones y reflexiones sobre la sociedad contemporánea.
Tras el repentino apagón final, que dejará helado al espectador; acaso desconcertado, intrigado por querer encontrar más respuestas de las que hay, el mismo se termina preguntando: con modelos familiares de estas características, ¿cuál será el desarrollo de la civilización venidera?
Teatro: El Camarín de las Musas – Mario Bravo 960
Funciones: Viernes 23 Hs – Sábados 20:30 Hs
Informes: 4862-0655
Entrada: $ 60 y $30 (Estudiantes y Jubilados)