LA PELÍCULA INUTIL
Habitación 404 es una película inútil. Inútil porque no es funcional en lo absoluto y por ende falla en todos y cada uno de sus cometidos. Si es que su objetivo era tenerlos. Ejemplos de película inútil puede haber varios, seguro, pero no nos engolosinemos con el término y vayamos al grano.
Acá un joven pronto a recibirse como oficial de la policía Surcoreana se entrega a una noche de diversión y alcohol con un grupo de amigos. Al otro día y elipsis mediante, despierta, desorientado y desconcertado, producto de la terrible borrachera y resaca, dentro de la casa de su vecino, a quien varios inquilinos del edificio tienen en la mira por los ruidos molestos que suele hacer a cualquier hora del día.
El jóven ya despierto, con algún que otro golpe en el rostro, descubre un cuerpo tirado en el piso, boca abajo, sobre un gran charco de sangre y aparentemente sin vida. Hasta éste punto el planteo, en su construcción de película de suspenso a su vez que comedia, es el de la duda funcional sobre cómo fue a parar al departamento de al lado y si fue él quién asesinó a su vecino. Suponemos entonces que el arco de redención del personaje se basa en averiguar, mediante sus conocimientos y sus estudios, qué sucedió en aquel lugar.
El problema con Habitación 404 es que no existe un arco, un camino de redención o reivindicación, sea ésta emocional o psicológica por parte de su protagonista. Desde el vamos cuesta sentir empatía o una mínima identificación debido a su incompetencia, su marcada inestabilidad emocional y su cobardía. Aspectos que tal vez pueden ser atractivos dentro de los tópicos de la comedia, pero que acá no convencen porque el chiste del tipo cobarde, aspamentero, llorón, gritón e histérico se agota rápido. Demasiado. Menos que menos si las intenciones del film son dejarlo petrificado en ese estadio de idiotez perenne sin la mínima posibilidad de transmutar su carácter. Eso nos distancia totalmente porque jamás resuelve las situaciones que se van dando dentro de la escena del crimen y de la película en general. Las mismas se resuelven mediante la aparición de otros personajes, que van enredando y desenredando la trama poco a poco. Es más, su incompetencia puede ir in crescendo en relación a los hechos descritos.
Claro, como suele suceder en éste tipo de relatos, hay giros, engaños y sangre, pero el cometido de éstos no llega a saciar la sed, aunque mínima, del espectador medio. No es que pidamos peras al olmo, no señor. Pero no hay una sola situación que parezca haber sido pensada, al menos, con inteligencia y sin que sea una mera excusa narrativa para poder seguir así con la trama. Además de los hechos vagos que apuntan a mostrar lo más patético de sus personajes sin que ésto sea una reflexión o crítica lúcida sobre la sociedad surcoreana. En ese sentido es que hacemos referencia a la película inútil: no se aprovecha ni el fuera de campo que plantea como método para infundir suspenso, ni las situaciones de aparente tensión, ni las cómicas, nada, absolutamente nada.
El planteo original se cansa muy rápido, por lo que el interés del espectador se puede dispersar en más de un momento. Había arrancado moderadamente bien, hasta cuando la cosa se puso peluda y el protagonista ya no sabe mucho que hacer. De haber sido un cortometraje, Habitación 404 hubiera funcionado mejor, mucho mejor. Ni hablar de haber creado a un personaje menos torpe e intrascendente para habitarla.
(Corea del Sur, 2022)
Guion, dirección: Ji-ho Yeom. Elenco: Choi Hee-jin, Jung Hyun Lee, Dong-min Oh. Producción: Yong-bae Choi. Duración: 92 minutos.