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CRÍTICAS

Joaquín Sabina: El Penúltimo Tren en el Luna Park

 

23 de Marzo del 2011. Y empezó la gran aventura de Sabina en el Luna.

“Después que hicimos un pequeño recital en La Bombonera nos llamaron y nos invitaron nuevamente. No me pude negar”.

La mayoría de las canciones de Joaquín Sabina hablan del amor. Y probablemente no haya mayor amor para este español de jóvenes 62 años que el que sienten los argentinos por él… y el que siente él por nuestro país.

Es mutuo, recíproco, emocionante, único. Pocos artistas internacionales son realmente TAN amados como Sabina en Argentina. Podría citar a los Rollings Stones, que probablemente sean más populares en este momento acá que en Inglaterra o Joan Manuel Serrat, el mayor héroe de Sabina. Y el Nano es otro enamorado de la Argentina, pero lo de Sabina va más allá.

De solo escuchar “De Dieguitos y Mafaldas”, “Con la Frente Marchita” no caben dudas que de las experiencias de Sabina en Argentina traspasan la relación músico – fans. Conocedor de la cultura, historia, geografía, arte y especialmente de las mujeres nacionales, lo de Sabina solo se puede traducir como la de una relación apasionada, fogosa, eterna.

Tras el gran recital que dio en Enero del 2010 en la cancha de Boca, Sabina buscaba crear algo más íntimo. No es que no haya dado todo de sí en aquella oportunidad, pero Sabina no es una banda, necesita del contacto directo. Y el sonido, la voz de Joaquín, al aire libre hacía vibrar al estadio de La Boca, mucho más que cualquier gol de Riquelme, pero aún así se perdía en la lejanía. El pogo ya no va con Sabina.

Pero el Luna Park permite otra cosa. Más allá de su historia, tiene otra reverberancia, provoca otras emociones. Y Joaquín, aunque se sentía honrado de que lo inviten a tocar en el club de sus amores de nuestro país, no lograba acomodarse a tanto público perdido por todas partes. Pero el teatro que se encuentra en Corrientes y Leandro N. Alem también tiene su historia:

“Cuando yo empecé en esta profesión no tenía sueños. Pero si tendría que haber elegido uno, sería cantar en el Luna Park, que era famoso mucho antes que Monzón y Susana cogieran encima, pero después que cogieron se hizo más famoso aún”.

Esa empatía, esa confianza no se logra en mucho lados. El show fue fantástico. Empezó 9:15. 15 minutos retrasado solamente. Esta vez no hubo banda soporte (aunque el año pasado “Pereza” hizo una gran presentación). Ni bien apareció su histórico guitarrista, Pancho Barona, el estadio se vino abajo en aplausos, y cuando del fondo escenario, apareció el cantante líder, con su típico sombrero bombín, pantalones rojos, saco de pana y una remera negra con letras verdes fluorescentes que decían: “La Cosa está Muy Mala”, fue toda Buenos Aires la que se rindió a los pies del genial cantautor.

El comienzo fue lento, dulce, melancólico. Sabina puso la carta de intimidad sobre la mesa rápidamente. “Está Noche Contigo” abrió el recital. Pero le siguió su último gran hit: “Tiramisú de Limón”. A pesar de que no tiene más de dos años, el tema ya está instalado en la memoria colectiva de los fans. Se corea como si tuviese 20 años, especialmente el estribillo, cuando el cantante le reprocha a su amarga amante: “ ¿donde crees que vas? ¿quién te parece que soy?”.

Más tranquilo, siguió con otro tema del último disco, Vinagre y Rosas que escribió con su amigo Benjamín Prado, “Virgen de la Amargura”. Y después miró al pasado. Es como una reunión de amigos. Esta vez no había que vender discos.

Y así siguieron sus temas más remotos, “Peces de Ciudad”, “Y Sin Embargo”, “Ganas de..” Obviamente no faltaron clásicos como “Peor para el Sol”, “Aves de Paso”, “Medias Negras” y su maravillos tributo a Chavela Vargas: “Por el Boulevard de los Sueños Rotos”.

En total fueron 28 temas durante casi tres horas (terminó puntualmente a las 12 de la noche). Inagotable energía, sin intervalos y con pocos descansos, Sabina demostró que la enfermedad que lo tuvo mal hace unos años no pudo ganarle.

Pero el Joaco no está solo. Pancho Varona su músico más fiel y legendario interpretó “El Rock and Roll de los Idiotas”, Antonio Ansúa cantó “El Caso de la Rubia Platino”, Antonio García de Diego hizo “Tan Joven y tan Viejo” y una mención aparte para la bellísima vocalista Marita Barros, que interpretó acaso la canción más cinéfila del Joaco: “Yo Quiero ser una Chica Almodovar”. La voz y sensualidad en los movimientos de la artista es realmente inimaginable. No es solamente una compañera de viaje. Se volvió una pieza escencial de los recitales sabineros. ¿Qué sería el número de “La Magdalena” sin ella? No habría justificación de que este en el show probablemente (aunque se trata de una canción hermosa).

Sabina desempolvó varias canciones del cajón de los recuerdos: pasaron “Nos Sobran los Motivos” o “Eclipse de Mar”, que hacía tiempo que no las interpretaba y son muy populares en nuestro país.

A medida que fueron pasando las horas, los temas se fueron poniendo más movidos. Tras la maravillosa “19 Días y 500 noches” y una efusiva versión de “Princesa” pasaron como si fuera una sola canción: “Noches de Boda” con “Y Nos dieron las Diez”.

Una melancólica versión de “Contigo” no podía terminar la noche, así que para lograr que todo el Luna Park se pusiera de pie, el final fue a puro rock y diversión: primero con “La del Pirata Cojo”, uno de sus temas más rockeros, y por último “Pastillas para no Soñar” con bombo y todo incluido.

Tras los últimos aplausos, Sabina y compañía se fueron hasta los límites del escenario, y como grupo de amigos que son, cantaron a capella como si estuvieran bajo los efectos de la mejor borrachera del mundo y fueran las 6 de la mañana: “ La Canción de los Buenos Borrachos”.

Una noche inolvidable que superó con creces la del 20 de enero del 2010. Íntimo, divertido, irónico, político. No faltaron referencias al recital de Plácido Domingo cancelado por mal tiempo (“Agradezco al mal tiempo, porque sino todos ustedes se habrían ido a ver a Plácido Domingo”).

También hubo lugar para la actualidad: “Hoy abrí el diario y leí de una guerra en Libia. Porque si fue bastante malo lo que Kaddafi le hizo a su gente, es peor lo que un consorcio internacional le está haciendo a la gente de Kaddafi. Pero esa no era la tapa del diario. La tapa era que se cumplen 35 años desde que unos hijos de puta tomaron el poder” y dedicó “Con la Frente Marchita” a los argentinos. Por supuesto no faltó tampoco ese canto de amor a su novia argentina hincha de Boca: “Dieguitos y Mafaldas”.

Podría seguir rellenando la hoja con adulaciones al Joaco que traspasan el fanatismo. Después de dos días de haberlo visto, sigo entusiasmado. Joaco dio una noche mágica y emocionante, que esperemos se repita más allá de esta gira.

“Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una…”  

 

Crítica dedicada a una sabinera de la primera hora:  M.S.V.

 

EL PENULTIMO TREN

FUNCIONES AGOTADAS DEL 2 AL 13 DE ABRIL EN EL LUNA PARK

26 DE MARZO – ROSARIO – SALON METROPOLITANO

29 DE MARZO – MONTEVIDEO – ESTADIO CHARRUA

31 DE MARZO – CORDOBA – ESTADIO SURFEO SUPERDOMO

 

NUEVA FECHA:

19 DE ABRIL (ENTRADAS A LA VENTA DESDE EL MARTES 29 DE MARZO A LAS 20 HS)

ESTADIO LUNA PARK

 

 

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