Martes 28 de junio
Manuel Fraga: piano / Jorge López Ruiz: contrabajo / Germán Boco: batería
En la cima del ritmo
Si bien desde el pasado mes de marzo, todos los martes se presenta en Notorious el trío Fraga-Motta-Giunta con el ciclo Swing Summit, en esta oportunidad, por diversos compromisos artísticos asumidos, el contrabajista Pablo Motta se encuentra en Estados Unidos y el baterista Oscar Giunta en la ciudad de La Plata. Ante tales ausencias, el pianista Manuel Fraga subió al escenario con su trío, para llevarnos a través de un show cálido, descontracturado y emotivo, a la cima del ritmo.
El ciclo recibe su nombre a raíz de la concepción del swing como elemento imprescindible del jazz. Manuel Fraga Trío, rompe así con un doble mito; por un lado, abandonar la idea del jazz como género elitista, en virtud de sus raíces y su evolución, desde sus orígenes en New Orleans, su expansión hacia otras ciudades como Chicago y New York, siempre generado en círculos de baja estofa, a decir de Fraga al que compara con los orígenes del tango. Por otro lado, afirmar que lo fundamental en el jazz no es la improvisación, sino el swing. El maestro Fraga dirá que existe improvisación en casi todos los géneros musicales, incluida la música clásica. Romper con la rigidez de una partitura, no es tan característico del jazz como lo es el ritmo, donde el espectador común, no puede dejar de marcarlo con un pie o una mano, estén los ejecutantes improvisando o no. Desde sus orígenes en New Orleans, hasta los más nuevos y fusionados estilos, no se puede hablar de jazz con prescindencia del swing. La idea, radica entonces, en colocar al swing en la cumbre del jazz.
En el mes de homenaje a Jorge López Ruiz, el Trío arrancó esta función con “Kelly’s Blues”, del pianista Oscar Peterson, y este inicio no fue producto de la casualidad. El blues, cuenta Manuel Fraga al término de la apertura, es el antecedente del jazz.
Mientras ejecutaban el segundo tema “I Love You” de Cole Porter, la luz del lugar se cortó por varios segundos. El hecho se vuelve anecdótico porque los músicos no dejaron de tocar, demostrando su gran profesionalismo y concentración.
Lograron uno de los momentos más íntimos del show cuando interpretaron “My Romance” de Richard Rodgers y Lorenz Hart, autores de las famosas “Blue Moon” y “My Funny Valentine” entre tantas otras. El clima creado, era el propicio para dar lugar a una de las obras más hermosas que interpretaron, por su melodía, ritmo y carga emotiva: “A Marieta” fue creada en el año 1964 por el maestro Jorge López Ruiz. Mayor emoción causa aún al considerar que la encantadora Marieta, destinataria de la dedicatoria, se encuentra presente. A su término, López Ruiz contó que la conocía desde hacía sesenta y tres años y llevaban cincuenta y tres de casados. Fraga reflexionaba: “naciste casado”. Las risas generalizadas que provocó el comentario, no se superpusieron con el sentimiento de ternura que genera, en los tiempos que corren, una historia de amor tan duradera.
Llegó el turno del último tema antes de un breve intérvalo de quince minutos, el ágil “Cotton Tail” del genial pianista Duke Ellington quien, según cuenta Fraga, pertenecía al denominado grupo del estilo Stright, surgido luego de la época del bebop y conforme el cual se realizaba el acompañamiento con la mano izquierda.
Comenzaron la segunda parte del show con “If I Were a Bell” del compositor Frank Loesser, aunque popularizada por Miles Davis e incluida en su álbum “Relaxin’ with The Miles Davis Quintet” editado en el año 1958.
Continuaron con “The Sheik” y siguieron con “I Love you Porgy” de George Gershwin. Las últimas dos obras fueron “Gumbo Hump” –cuya traducción Fraga se negó a explicar- de Ray Brown, a quien denominó el “Dios del Contrabajo”, sumamente rítmico y enérgico y el blues “Billie’s Bounce” de Charly Parker, porque el jazz – a decir de Fraga – comienza y termina en el blues.
Manuel Fraga Trío brinda una genial performance, tanto por la variada selección del repertorio como por la complicidad que hay entre los músicos sobre el escenario, quienes se comunican a través de miradas, demostrando que no por nada esta formación cuenta con una trayectoria de más de siete años y por algo fue la primera banda argentina de jazz en participar de la 19na. edición del Festival de Jazz de Düsseldorf, Alemania, el pasado diez de junio.
Mención aparte merece la sencillez, humildad y generosidad del maestro Manuel Fraga, quien además de ser un eximio pianista con más de treinta y cinco años de trayectoria, nueve discos editados con la Fenix Jazz Band, tres como solista, e innumerables participaciones en grabaciones y presentaciones en vivo con otros músicos, es un artista sumamente carismático, que genera un feedback muy particular con el público, convirtiéndolo en cómplice de sus chistes y receptor de sus anécdotas. Lo hace partícipe y le concede un protagonismo poco usual en conciertos de jazz, donde existe una especie de barrera invisible que marca una distancia casi infranqueable entre espectadores y músicos. Para Fraga, quien se encuentra grabando el cd de estudio “Swing Summit” conjuntamente con Motta y Giunta, prepara la edición de “Pianoforte” con su trío, y una serie de conciertos a dúo con el pianista Jorge Navarro, la improvisación debe realizarse con el desarrollo de la melodía y no con notas sueltas, ya que esta es la forma con la cual el espectador no va a experimentar la sensación de repetición, de que todos los temas suenan iguales tan usual en el jazz instrumental y más aún acotado al campo de actuación de un trío. Concluye que aquí se presenta entonces el verdadero desafío para el músico; el desarrollo de ideas durante la ejecución a través de la melodía. Evidentemente Manuel Fraga Trío acepta el desafío y lo convierte en arte y pasión.
Durante el mes de julio, todos los martes en Notorious, el imperdible ciclo “Swing Summit” homenajeará al eterno Louis Armstrong, a quien Miles Davis oportunamente definiera como el mejor cantante, compositor, arreglador, intérprete, e infinidad de etcéteras.
