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CRÍTICAS

María Paula Godoy en Notorious

Domingo 20 de febrero

Voz: María Paula Godoy

Guitarra: Charly Arana

Bajo: Nicolás Courreges

Piano: Juan Rivero

Batería y percusión: Fabián “Sapo” Miodownik

Cuíca: Gaston del Bono

¡Qué coisa mais linda!

María Paula Godoy, tucumana que residió  23 años en San Pablo (Brasil), se presentó en una de las recomendadas noches de música (domingos de marzo) organizadas por el programa de radio Club Brasil en el reducto jazzero por excelencia: Notorious, donde es posible escuchar a músicos residentes en Argentina y en algunos casos extranjeros, exponentes y revisitadores de lo mejor de la música popular brasilera, la samba y el bossa nova. Godoy ya ha grabado dos placas y fue integrante de la banda “O Bando de María”.

El vasto repertorio musical elegido para la ocasión deambuló por  composiciones de Toquinho, Gilberto Gil, Tom Jobim, Vinicius de Moraes, Djavan, Jackson do Pandeiro, Chico Buarque, y del autor, compositor e intérprete argentino Raul Carnota, referente en la música de raíz folklórica de nuestro país.

La banda que acompaña a la cantante está compuesta por seis músicos y un invitado especial muy particular, el percusionista Jonatan Szer (Orquesta a Sadeira), alias Johnny, un joven de quien Godoy  explayó sobre cómo lo conoció en una de sus últimas presentaciones y desde allí surgió la moción por invitarlo a acompañarlos en esta presentación en Notorious, con pandereta en mano o triángulo, logró concretarse uno de esos momentos únicos en escenario, inimaginable por todos los presentes, donde Johnny pasó a ser uno más de la banda con gran convicción y derroche de energía, una conjunción con Godoy única, contagiable y de lo menos esperada, sorpresiva.

Con una veintena de temas, la noche abrió con una composición de Toquinho, seguido de un clásico de la bossa nova, “Cara Valente” de Marcelo Cameo, un tema sobre un tipo cerrado y cobarde, otro, de carácter político, crítico sobre el régimen paulista de Adoniran Barbosa hasta “Chiclete com Banana” un tema que según la propia Godoy describió como una mezcla de “Miami con Copacabana”, de Jackson do Pandeiro, el recordado músico que cobró vigencia gracias a Gilberto Gil y Gal Costa.

Entre temas, Johnny no sabía si quedarse en escenario o continuar, debido al reducido espacio tuvo que desalojar su puesto para darle la bienvenida a otras cantantes, simpatizantes con Godoy, quienes brindaron un sello de calidez a la noche, el evento daba la sensación al espectador de encontrarse compartiendo una velada entre amigos, motivo que se hacía notorio desde el  escenario, cautivando a espectadores en sus mesas y sólo animando a algunos, menos tímidos, a bailar, como fue el caso de Luana Barreto, cantante quien luego subió a compartir una canción. Graciela Waciarz también añadió su vívida voz con un  tema del nordeste brasilero, seguida por una samba de enojo donde se llegó al punto de quiebre donde por primera vez en la velada se bifurcó una marcada línea entre artista principal y banda, sin distinguirse instrumentos solitarios, el ensamble se destacó como un unísono.

El repertorio siguió con un tema de Chico Buarque, hasta encontrarnos con “La Camorrita”, el mítico candombe de Raul Carnota que destaca el cantar de un alma que esgrime que “uno más uno es igual a nosotros” y describir “el tanto haber sido herido”. Como podía esperarse, Godoy seleccionó una zamba oriunda de su lugar natal, con la hermosísima “El Jardin de la República”, nombre con el cual  suele denominarse  a su Tucumán querido, clásico más que reconocible de Raul Carmona. En esta instancia el público presente pudo susurrar y hasta entonar el “Pa’ las del norte, sí, para las otras no…”.

Llegando casi al final de la noche, y cuando uno preveía que el tono alcanzado ya había llegado a su pico, Godoy explotó con un tema de Gilberto Gil denominado “Até o Fim”, con Johnny yendo y viniendo aleatoriamente; a mi parecer, fue el momento donde pudo descubrirse que no sólo se trataba de una noche de música brasilera, el repertorio recorrió distintos lugares, regiones que cambian a una persona, donde se adquieren distintas costumbres, acentos y nos impregnamos de hermosas melodías. A pedido de los presentes con un ferviente “¡otra!, “Desesperar Jamais” de Ivan Lins cerró la velada, dejando a muchos con ganas de volver al domingo próximo.

María Paula Godoy cuenta con una refinada y colorida voz, su movilidad en escenario y naturalidad le añaden a sus presentaciones un clima a veces muy difícil de lograr. Brinda la sensación de divertirse con su canto, de involucrar al público y contagiar, algo tan sano como es la alegría.

Una cosa mais que linda…

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