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CRÍTICAS - CINE

Peter Capusotto y sus 3Dimensiones (3D)

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Peter Capusotto y sus Tres Dimensiones (3D) (Argentina, 2012)


Dirección: Pedro Saborido. Guión: Diego Capusotto, Padro Saborido. Producción: Pablo Bossi, Daniel Morano, Juan Pablo Buscarini. Elenco: Diego Capusotto, Ivana Acosta, Jacquie Decibe, Alfonso Sierra, Gustavo Durán, Pablo “Wimpy” Marasco, Manuel Reidel. Distribuidora: Buena Vista. Duración: 80 minutos.




Diego Capusotto es el actor cómico argentino de los últimas décadas. Punto.


Desde sus comienzos televisivos durante los ’90, en De la Cabeza y luego en Cha Cha Cha, podía notarse que era un distinto, con un sentido del humor y de la sátira social que nunca temía ir más allá del absurdo (Por momentos se arriesgaba más que sus compañeros de elenco, liderado por el gran Alfredo Casero).

Imposible olvidar personajes como Sidharta Kiwi y su “Nos enyoguizamossss…”. Luego de la incursión en el poco recordado ciclo Delicatessen, entre 1999 y 2002, con Fabio Alberti (también compañero en los ciclos mencionados) estuvieron al frente de Todo por $2, donde bombardeaban al los fanáticos con su arsenal de sketchs, parodias y personajes estramáboticos (El Hombre Bobo, Irma Jusid, Vinasi).

Pero la consagración como genio de la comicidad le llegó con Peter Capusotto y sus Videos. Este programa —mezcla sketchs con videos de bandas rockeras de los ’60 y ’70— le permitió liberar aún más su genialidad y también reunir sus grandes pasiones: el humor, el rock y el peronismo. Al igual que De la Cabeza, Cha Cha Cha y Todo por $2, Peter Capusotto se convirtió inmediatamente en un programa de culto… y algo más: el mainstream no paró de premiar a Diego C., y sus fanáticos de la primera hora lo amaron más todavía.


Era hora se dar el próximo paso.


Había llegado el momento de pasar a la pantalla grande.


Y en 3D.


Peter Capusotto y sus 3Dimensiones es mucho más que un rejunte de sketchs y de personajes del programa llevados al cine. Para empezar, es material nuevo (no lo que ya vimos en tele), realizado especialmente para el formato tres dé. Y no sólo eso: hay un hilo conductor, que consiste en una reflexión sobre la cultura del entretenimiento en el mundo moderno. Según Violencia Rivas (uno de los personajes más recientes y más desopilantes), el entretenimiento estupidiza y provoca la decadencia de las masas. Y, mientras putea y ataca a quien se le cruce, nos va presentando diversos casos. De esta manera aparecen otras de las creaciones de Capusotto: Micky Vainilla, el ídolo pop a favor de la supremacía de la raza aria; Jesús de Laferrere, la deidad favorita de los rollingas del conurbano. También está Bombita Rodríguez, “el Palito Ortega montonero”, quien, junto al Gral. Perón, trata de imponer el Peronismo en los Estados Unidos. Este segmento, y una sátira de los adictos al chat, son lo mejor de la película. Ojo, también hay tiempo para una aparición especial de Pomelo y su Rock ‘N’ Roll NNN. Igual de imperdibles son las propagandas de productos extraños (siempre con tono de sátira y absurdo) y el prólogo, en el que se le da al público instrucciones para usar los anteojos para ver en 3D… y para taparse un ojo y abrazarnos con quien tengamos al lado.


Capusotto ya había trabajado varias veces en cine, como actor secundario y de protagonista, al lado de Luis Luque, en Soy tu Aventura y Pájaros Volando. Si bien está perfecto en todos los papeles que le tocan, aquí puede lucirse tanto como en la televisión, y con las herramientas que mejor domina.


¿Es preciso conocer el programa y a Capusotto para disfrutar de la película? No: quien jamás vio Peter Capusotto y sus Videos también podrá pasar un gran momento y se adentrará en el universo Capusottiano. Por supuesto, dependerá mucho del sentido del humor de cada espectador.


La estructura del film —más unas delirantes secuencias que incluyen arcas, exorcismos, personajes animados y dragones—, remiten a las extravagancias visuales de El Sentido de la Vida, la última película del grupo inglés Monty Python. De hecho, los Python siempre fueron la principal influencia de la troupe de Casero.


Peter Capusotto y sus 3Dimensiones es una excelente oportunidad para cagarse de risa (no hay una mejor expresión) en este caluroso verano, y seguir disfrutando, ahora en cine, de uno de los capos del humor más originales de este tiempo.



Por Matías Orta

[email protected]

Tras la finalización de Todo x 2 Pesos, los amantes del humor absurdo que nació con el ciclo Cha Cha Cha pensaron que la comedia lisérgica había terminado. Los crecientes rumores sobre peleas entre Fabio Alberti y Diego Capusotto solo alimentaban el fin del legado creado por Alfredo Casero. No fue hasta cuatro años después que se conoció un nuevo proyecto, esta vez encabezado únicamente por Capusotto; por la señal televisiva Rock & Pop TV se vió por primera vez Peter Capusotto y sus Videos. En un ciclo de treinta minutos y con escasos recursos, el absurdo y ridículo había vuelto para alegría de sus seguidores.

Pero el verdadero boom se dió en 2007, luego del paso a la señal abierta de Canal 7, y con la presentación de un personaje que se terminaría convirtiendo en el emblema del programa, Pomelo.  Dos temporadas más, la tremenda exposición del programa y seguidores a través de YouTube, convirtieron el show en uno de los más vistos en la historia del canal estatal, y uno de los más queridos por los televidentes menores de 30 años.

Si bien con la sucesión de temporadas se fueron lanzando dvds recopilatorios con lo mejor de cada año, nunca se había concretado oficialmente el proyecto de una película. Tras el año sabático a nivel TV (recordemos que Capusotto protagonizó Pájaros Volando en el 2011) por fin salió al mercado el esperado largometraje.

En esta ocasión, Violencia Rivas lee en off una carta escrita a sus hijas. En ella cuenta sus vivencias a la hora de filmar un documental, que a modo de flashback, muestra cómo el entretenimiento le está pudriendo el cerebro a la sociedad.

El eje central del programa era parodiar el mundo de la música, en especial del rock, a través de sucesivos sketches protagonizados por un grupo de personajes claramente inspirados en símbolos de la cultura popular. En esta ocasión se decidió enfocar la crítica al mundo del entretenimiento, y de las cosas que termina haciendo el ser humano cuando se aburre. Seguramente por esto, personajes como Juan Carlos Pelotudo, Roberto Quenedi o Jaime de las Mercedes Cárdenas fueron dejados de lado ante su no funcionalidad con la nueva tónica; o la breve y forzada aparición de Pomelo. En contraposición, personajes con bases en lo social como el neo nazi Micky Vainilla, la propia Violencia Rivas o Bombita Rodríguez toman mucho más relevancia.

Uno de los problemas del film es la dosificación de los gags. Tras una ridiculización al uso de los lentes 3D, el inicio hará llorar de risa a los seguidores del programa televisivo. Todo el segmento de Bombita Rodríguez es muy superior a lo visto en pantalla chica, algunos sketches nuevos funcionan a la perfección, como la parodia a los amigos chateando. Pero otros resultan bastante apáticos, el humor corrosivo de Micky Vainilla no es apto para todo público, y en esta ocasión no se arriesgó a mostrar sus excesos de racismo o xenofobia, logrando que el espectador casual no entienda el personaje y los seguidores se sientan defraudados. Pero el gran fallo del guión escrito por Saborido y Capusotto llega en el ocaso del film. En un final anti climático, con Jesús de Laferrere como protagonista (un personaje bastante menor comparado con otros que quedaron afuera), se hace una burla a los adolescentes del conurbano; carente de gracia, inconexo con el resto del film y mal ubicado en el metraje.

Peter Capusotto y sus 3Dimensiones es lo que reza el slogan del propio avance, “la misma bosta de siempre, ahora en 3D”, quienes son seguidores  de sus emisiones semanales disfrutarán con esta lisérgica película; aquellos que por extrañas razones nunca vieron Peter Capusotto y sus Videos y los programas que lo precedieron estarán perdidos y hasta molestos por algunos gags.

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Por Jorge Marchisio

Es interesante ver como, a lo largo de los años, Diego Capusotto nos muestra, por lo menos juzgándolo a simple vista, una capacidad de renovación humorística sorprendente. Y sin embargo, una renovación que no por ello conlleva un quiebre abrupto dentro de su núcleo paródico, irónico, ácido, lisérgico, como se suele llamar. Sus cambios y sus golpes evolutivos casi camaleónicos surgen siempre dentro de ese mismo núcleo pero, a su vez, son llevados siempre mucho más allá. Los antecedentes de los personajes de su última entrega televisiva, Peter…, los podemos encontrar también en Todo x$2, en Cha Cha Cha o hasta en la lejana De la Cabeza. ¿Ejemplos? Por todos lados. Alberto Giordano, el filósofo estilista de Cha Cha Cha parece ser el hermano gemelo jamás reconocido de Luis Almirante Brown, ese poeta spinettiano que no puede con genio más guarango, que a su vez se parece a aquel hombre desprolijo, con pinta de poeta callejero o escritor frustrado, jamás nombrado en Cha Cha Cha, que recitaba esos poemas devenidos en piropos catastróficamente groseros. De hecho, el personaje clave en esta entrega cinematográfica, que en mi opinión, no le queda chica y hasta parece remarcar un género híbrido entre TV y cine jamás reconocido; es Violencia Rivas, cuyo antecedente más directo parecería ser la inolvidable Irma Jusid en Todo x$2, esa “actriz de reparto” que alertaba sobre ridículos peligros de la juventud, la fiesta y la joda (“estás en un boliche en Bariloche que se llama Ponela que tus Viejos Están Lejos…”); y que a su vez entraba en consonancia con su ya legendario Siddharta Kiwi de Cha Cha Cha, ese consejero espiritual que luego de enyoguizarse terminaba tirándoles lavandina a los “Testigos de Jaimito”. Personajes que de alguna forma anticipaban gozosamente toda la fiesta violenciariveica.

Dicha fiesta se lleva adelante, principalmente, con un Diego Capusotto fiel a su estilo, en primer plano y a todo volumen, haciendo lo que mejor sabe hacer, ridiculizar hasta el extremo todo el aparato televisivo, con sus constantes y variantes a cuestas.

Si Peter Capusotto y sus Videos se llevaba puesto todo el ambiente rockero del país, ridiculizándolo ampliamente, utilizándolo para parodiar e ironizar sobre el peronismo, la política, y demás; en la película los palos están dirigidos principalmente hacia la tevé y todo sobre lo que esta se basa: el entretenimiento. Un tema que jamás se agotará mientras exista. Esa es la principal paradoja sobre la cual el metraje se apoya, asumiéndolo concientemente: Peter es un factor de entretenimiento que crítica el entretenimiento mismo, o dicho de otra forma: un entretenimiento que reclama lucidez a través del humor, mientras carga al entretenimiento. Ese humor tan capusotteano, que tiene como pilar utilizar el espejismo: no juega a la imitación, sino que juega al parecido, reclamando al espectador que termine de realizar el juego asociativo de personajes con la realidad misma. Esa parodia y autoparodia, ese desdoblamiento sobre sí mismo, es el sello que llevó siempre a través de todos sus personajes y que lo distingue de Casero y Alberti, sus principales compatriotas televisivos.

Así, Violencia Rivas, devenida en documentalista, nos guía a través de un repaso, o más bien una dilapidación, de los pilares del entretenimiento. La publicidad de Las Pastas de Mamá, El Sketch de Bombita Rodriguez, el alter ego de Macri en Ciudad del Orto, el cantante Nazi Micki Vainilla (una mezcla entre Ale Sergi y Mauricio Macri), el chat entre cybernautas, son algunos de los momentos más descabelladamente cómicos.

Capusotto con esta entrega afirma que hay Capusotto para rato.

 

Por Martín Tricárico

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